Lo que más se manifestó como doloroso en el geriátrico es el sentimiento de desarraigo del propio hogar que han tenido los residentes acompañado con un aire de cierta tristeza en el ambiente. En muchas oportunidades debido a esa quietud por el solo hecho de permanecer esperando a comenzar con los encuentros era necesario repensar entre todos sobre lo que es un taller.
En base a las reflexiones compartieron la idea de que un taller es una actividad de grupo en donde pueden interactuar y complementar distintos conocimientos. Y es ideal para potenciar la imaginación y creatividad.
Intentaré dar cuenta de algunos de los factores que desde la perspectiva psicoanalítica permiten una lectura posible desde lo grupal. Como la psicología de grupos que considera el estudio de los grupos como un campo específico estrechamente vinculado al psicoanálisis y la psicología social. Entendiendo a la psicología social como seguidora de las ideas de Pichón Riviére, como dedicada al estudio del sujeto en situación vincular.
Rescatando el abordaje para el grupo del registro de lo fantasmático-imaginario aportado por el psicoanálisis.
Para Anzieu su objeto de estudio es el inconsciente de los grupos. En su texto "El grupo y el inconsciente", sostiene que lo más importante es el eco producido, porque en el grupo se ponen en común imágenes interiores y angustias comunes de los participantes.
El grupo es un lugar privilegiado para la fomentación de las imágenes, no solo se trata de una puesta en común de las imágenes interiores sino que el grupo fomenta las imágenes, incrementando las puestas en común de deseos y defensas.
En el comienzo de un grupo cuando solamente es un agregado de individuos y no hay consolidación del narcisismo grupal a la manera de la ilusión grupal, se vive una amenaza a la propia identidad porque hay una posibilidad real o fantaseada de desestructuración de la unidad yoica y se experimenta la angustia de fragmentación donde los otros devuelven una imágen desestructurada o parcial, los otros funcionan como espejo (castración) donde dominan las ansiedades persecutorias, los participantes vivencian la falta de identidad.
La angustia de fragmentación emerge frente a la posible pérdida de la unidad yoica, que pueden ser posible a partir de que los enunciados identificatorios del sujeto no coinciden con los que el grupo le devuelve acerca de sí mismo, hay regresión al narcisismo secundario, se experimenta cualquier comentario ajeno como un ataque. Esto se da por la falta de ilusión grupal.
Ante la amenaza yoica y la amenaza de fragmentación se debe llegar a una síntesis de un cuerpo grupal total, unificado, posibilitado por la ilusión grupal, por el trueque del narcisismo individual por el grupo.
En términos de Anzieu la ilusión grupal proviene de la sustitución del yo ideal de cada uno por un yo ideal común.
Siguiendo con lo establecido por Anzieu en esta población de adultos mayores se tardó mucho en instalarse un grupo.En establecerse la ilusión grupal proveniente de la sustitución del yo ideal de cada uno de los miembros por un yo ideal común.
Al comienzo en los primeros encuentros había una falta de interacción entre ellos si bien convivían a diario en la sala del comedor donde pasaban todo el tiempo no registraban los nombres ni mantenían diálogos más allá de las limitaciones de sus memorias. Hasta que al final se generó un cambio de actitud al ir respondiendo entre ellos sobre las reflexiones que surgían y así comenzaron a compartir actividades recreativas.
Desde un comienzo no hubo una expectativa clara de realizar alguna tarea grupal. De las propuestas que se llevaron a cabo para compartir fueron la actividad del juego del memotest, junto con sopas de letras, la reflexión de las diferentes letras de canciones.
En los primeros encuentros realizaron actividades de cadenas de nombres, taller de memoria. Luego pasaron a historizar cada uno sobre sus recuerdos y anécdotas.
Hasta que en forma espontánea aparecieron diálogos interesantes.
Cuando empezaban a propiciarse las condiciones para que se establecieran lazos entre ellos, armaron una actividad compartida sobre figuras de recortes de revistas.
También la forma de trabajar con los recuerdos fue utilizando diferentes fotos donde aparecían objetos de épocas anteriores, donde pudieron asociarlos con algunos momentos de sus vidas y compartir con los demás diversos recuerdos. Digamos que se podría inferir que el geriátrico, como institución, donde permanecen les ha servido como un disparador de imaginario grupal.
El principal desafío al comienzo ha estado en pasar por medio de la "ilusión grupal" al estado psíquico de unidad, en pasar del Soy al Somos.
Es interesante partir desde el análisis de que en la situación de grupo se movilizan angustias edípicas, de fragmentación del yo y las angustias persecutorias y depresivas.
Bion dice que un grupo existe como algo distinto de un agregado de individuos y también son parte de una regresión de las características que el individuo atribuye al supuesto grupo.
BIon toma la teoría de M. Klein de identificación proyectiva y el interjuego de las posiciones esquizo-paranoide y depresiva.
Para Bion un grupo es un agregado de individuos en el mismo estado de regresión. El grupo comparte las ansiedades y las defensas, regresan colectivamente a una posición, porque experimentan ansiedades paranoides y depresivas.
Grupo es cuando es capaz de ofrecer al individuo la satisfacción de ciertas necesidades de su vida mental. El grupo se considera como el interjuego entre las necesidades individuales, la mentalidad de grupo y la cultura grupal. Y esto también es válido para aplicarlo en la psicología comunitaria.
Para no caer en el desconocimiento o prejuicio con los "adultos mayores". Teniendo presente como la cruda realidad de las últimas décadas ha generado límites entre las edades cada vez más marcados y con menos opciones armando el prejuicio social de que cuando llegan a "viejos" se los ve sin horizontes y se los excluye.
Considero como Psicóloga que es necesario plantear el valor de lo comunitario para abordar el trabajo con ancianos. Desde un modelo en donde el proceso salud-enfermedad-atención esté centrado en lo socio cultural, para ir pensando como modificar en un geriátrico la cultura de la muerte, por la cultura de la vida o sea la manifestación de las fantasías, ilusiones, etc. Lograr que se transformen las miradas tanto del personal a cargo como de los mismos protagonistas. Por eso un camino posible fue el de empezar a coordinar un taller desde ese modelo.
Teniendo en cuenta sobre todo, que uno de los postulados de Galende es que los ancianos que quedan fuera de la integración social son los que pertenecen a la población de mayor riesgo de enfermar.
El debilitamiento o la pérdida de lazos sociales, el aislamiento, la segregación social tienen potencialidad patógena marcada, dirá Galende.
Se han perdido para esos ancianos los lugares colectivos de elaboración de lo vivido y lo pensado.
Por eso coincido en que es el psicoanálisis el que puede dar un abordaje sobre la relación con el otro y con el lazo social.
Y a modo de conclusión es posible aplicar a la psicología comunitaria las reglas de la asociación libre y atención flotante, inherentes a un modo psicoanalítico de escucha sobre las dimensiones inconscientes del conflicto mental. Junto con las de neutralidad y abstinencia.
Para la búsqueda de soluciones a las nuevas demandas de Salud Mental Galende sostiene que las políticas sociales junto a las acciones comunitarias permiten intervenir articulando técnica y participación de los individuos y los conjuntos sociales.
Todo ese conjunto de actitudes negativas hacia los ancianos que se observan en la sociedad continuamente, ha sido un fenómeno también estudiado en Argentina por Salvarezza quien lo llamo "viejismo" que significa: rechazo, tendencia a la marginalización, temor, desagrado, negación, agresión, todas actitudes ligadas entre sí y que operan discriminando a la persona que envejece.
Lic. Carolina Persia